CINCO EXPLICACIONES A LA OSCURA DE NOCHE DE COLOMBIA EN BARRANQUILLA

Fallas individuales, poco acierto en los cambios y detalles que corregir para no renunciar a Rusia.Colombia no pudo contra Paraguay y tuvo fallas impensables en el momento definitivo, justo en la recta final de la Eliminatoria a Rusia 2018. ¿Qué pasó?

1. Los detalles, que antes fueron salvadores, esta vez condenaron a Colombia.

Falló el héroe de otras noches: David Ospina

El arquero que tantas veces salvó a Colombia de derrotas que parecían inevitables tuvo dos muy malas salidas que terminaron en dos goles de Paraguay. En la primera opción soltó el balón en su territorio para dejárselo servido a Cardozo. En la siguiente el error fue aún más complicado pues casi que le hizo el pase a Sanabria y recibió un castigo del tamaño de su equivocación. Le faltó apoyo en defensa, por supuesto. Pero tuvo una noche para el olvido.No fue una buena noche para el portero del Arsenal

2. James no llegó al Metropolitano

A ese James que juega ‘hasta cojo’ en Colombia se le extrañó contra Paraguay. Las ganas de siempre esta vez no fueron suficientes para hacer la diferencia pues el 10 lució perdido: no su ubicó por izquierda en el inicio, no funcionó por derecha al cierre, no pesó cuando ocupó el habitual espacio de mediapunta. Corrió mucho pero no se juntó ni una sola vez con Falcao o con Cuadrado. Quiso vestirse del héroe que otros días pudo ser, pero esta vez la apuesta no le salió. El 10 no fue socio para los atacantes. La ansiedad traicionó al jugador del Bayern Múnich en una de sus canchas favoritas.

3. Faltó cabeza fría

Le pedía Falcao a la gente, en la víspera de la triste noche del jueves, mucha paciencia y mucha inteligencia. Ni lo uno ni lo otro mostraron sus propios compañeros. Colombia jugó los primeros 20 minutos presa de los nervios y cerró la primera etapa peleando más contra su propia ansiedad que contra las muchas patadas de Paraguay. Faltó correr menos y pensar más, especialmente después del golazo de El Tigre que por unos minutos invitó a soñar con la clasificación. Falcao hizo lo más difícil, pero no se defendió. La ansiedad primero y la euforia después. Todo terminó jugando en contra.

4. Desde el banquillo se regaló la ventaja

Los cambios de Pekerman fueron demorados e inoportunos. Chará debió llegar al partido con más tiempo que los 15 minutos finales: si en ese corto episodio pudo hacerle a Falcao el único pase que le dieron en todo el partido, bien pudo aportar más. Cuadrado se fue cuando mejor jugaba y de paso le abrió una autopista a Sanabria para llegar por ese costado a predios de Ospina. Y también se fue Aguilar para ‘cerrar’ el partido en un cambio por Barrios cuando debieron terminar los dos: se trataba de defender una ventaja no de golear. Salió también Cardona y se perdió punch en ataque, aunque el físico haya sido el argumento. Fue una noche para el olvido, también para el DT

El equipo se descompensó con los cambios y no logró reaccionar ante la desventaja.

5. Se hizo una mala lectura: era ganar no golear

Colombia celebró el gol de Falcao con tanta euforia que olvidó lo esencial: los tres puntos se suman con un gol de ventaja, no hace falta hacer una docena. La felicidad de la gente en el estadio Metropolitano bajó sin diques a la cancha y faltó quien hiciera una pausa y pensara que no hacían falta héroes ni goleadas cuando había tres puntos en la bolsa y los demás resultados jugaban a favor (¿nadie en el nutrido cuerpo técnico les contó que había empate en Buenos Aires?). Clasificar era la meta. Pero nadie, en medio de la emoción, supo aterrizarlo. 'El que mucho abarca, poco aprieta'.

Colombia debió intentar la defensa con todos sus hombres y no permitir lucimientos individuales.